Seúl es mucho más que una ciudad; es un estilo de vida, un pulso vibrante que combina tradición y modernidad. Cuando recorres sus calles, corriendo entre neones y templos ancestrales, sientes la energía única de un lugar donde cada paso cuenta.
El running en Seúl es reflejo de su esencia: rápido, dinámico y lleno de personalidad. Los corredores no solo buscan superar sus límites físicos, también expresan su identidad con estilo propio. Desde las orillas del río Han hasta las callejuelas de Hongdae, cada corredor es una declaración de autenticidad, con una forma única de conectar cuerpo y espíritu.
Este fin de semana, la ciudad vibró aún más fuerte con la Maratón de Seúl, un evento emblemático con más de 80 años de historia, que reunió a corredores de todo el mundo en un recorrido lleno de contrastes. La maratón, que comenzó en 1931 y fue reconocida internacionalmente en los años 80, se ha convertido en un símbolo de resistencia, perseverancia y unidad. Participar en ella es recorrer la historia viva de Corea, cruzando desde icónicas avenidas modernas como Gangnam-daero, repleta de imponentes edificios y lujosas tiendas, hasta sitios históricos como el majestuoso Palacio Gyeongbokgung, testigo de siglos de tradición y cultura.
En Monk Performance compartimos esta filosofía. Creemos en la autenticidad, en la expresión individual y en la importancia de encontrar tu propio ritmo. Nuestra marca se inspira en corredores que no temen destacar, que hacen del running una forma de vida y un medio para expresar quiénes son realmente.